La mayoría de las reacciones químicas se producen con desprendimiento o absorción de calor y se dividen, respectivamente, en reacciones exotérmicas y endotérmicas, según que haya calentamiento o enfriamiento durante la reacción.
El estudio de este fenómeno constituye la rama denominada Termoquímica, a la que se han dedicado trabajos muy importantes a finales del siglo XIX y a principios del XX.
La Termoquímica se basa en la ley de Hess, que representa un caso particular del principio de los estados inicial y final. Según ella, la cantidad de calor que se desprende al pasar de un sistema A de sustancias a otro sistema B es independiente de la forma en que se produce el paso y de las reacciones intermedias, siempre que el estado físico de los sistemas A y B sea el mismo en todos los casos. Esta ley sólo es realmente válida cuando las transformaciones ocurren teniendo un volumen o una presión constante.
Según la ley de Hess, se debe tener el mismo resultado para el calor de la formación de CO2 operando con C + O2.
Si la cantidad de calor que se busca y que representa la formación de CO es x, se tendrá
x = 96 – 68 = 28
De los líquidos y de los Gases.
La propagación del calor en los cuerpos fluidos (líquidos o gaseosos) se efectúa simultáneamente de dos formas: por contactos sucesivos, como el caso de los sólidos, lo que representa la conductibilidad propiamente dicha, y por convección, es decir, por desplazamiento del fluido procedente de las partes calentadas a causa de la variación de su densidad.
La convección, excepto en el caso de los metales líquidos de conductibilidad muy elevada, representa el elemento más importante de la propagación del calor en una masa líquida.
El estudio de este fenómeno constituye la rama denominada Termoquímica, a la que se han dedicado trabajos muy importantes a finales del siglo XIX y a principios del XX.
La Termoquímica se basa en la ley de Hess, que representa un caso particular del principio de los estados inicial y final. Según ella, la cantidad de calor que se desprende al pasar de un sistema A de sustancias a otro sistema B es independiente de la forma en que se produce el paso y de las reacciones intermedias, siempre que el estado físico de los sistemas A y B sea el mismo en todos los casos. Esta ley sólo es realmente válida cuando las transformaciones ocurren teniendo un volumen o una presión constante.
Según la ley de Hess, se debe tener el mismo resultado para el calor de la formación de CO2 operando con C + O2.
Si la cantidad de calor que se busca y que representa la formación de CO es x, se tendrá
x = 96 – 68 = 28
De los líquidos y de los Gases.
La propagación del calor en los cuerpos fluidos (líquidos o gaseosos) se efectúa simultáneamente de dos formas: por contactos sucesivos, como el caso de los sólidos, lo que representa la conductibilidad propiamente dicha, y por convección, es decir, por desplazamiento del fluido procedente de las partes calentadas a causa de la variación de su densidad.
La convección, excepto en el caso de los metales líquidos de conductibilidad muy elevada, representa el elemento más importante de la propagación del calor en una masa líquida.
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